
Ya supuso un gran varapalo la patética muerte de Abruzzi, interpretado por el gran Peter Stormare, que le quitó al programa un 50% de interés. Si ahora la encantadora doctora nos deja también pocas ganas nos quedarían de ver la serie, con Michael Scofield y el genial T-Bag como únicos pilares importantes. Y es que los demás personajes han ido desdibujándose a través de tramas insulsas, perdiendo todo poder de atracción.
Resulta difícil imaginarnos una temporada sin el contrapunto de la doctora, sus esfuerzos por librar a Michael de todo mal y su permanente estoy-a-punto-de-morir-pero-al-final-me-las-apaño. En caso de que finalmente suceda lo peor esperamos al menos que su muerte no sea tan cutre como la de nuestro mafioso preferido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario